Atención plena y concentración
Les voy a explicar sobre la última parte del óctuple sendero, empezamos con las cuatro nobles verdades y luego seguí con las charlas al óctuple sendero, entrenamiento de la sabiduría, de la moral y el entrenamiento mental. La última vez hice un repaso general de los últimos tres puntos del óctuple sendero, de la cuarta noble verdad sobre el esfuerzo correcto o apropiado, la tensión y la concentración, hoy quiero realmente dedicarle a esta plática lo que se refiere a la tensión y la concentración, hablar de lo que es realmente la meditación budista para darles un poco de contexto o historia. La meditación budista por lo regular son tres técnicas, de esas tres se desarrollan los diferentes tipos, por ejemplo la meditación “metta” (palabra pali) significa amistoso, se relaciona con el compañerismo y la usamos como si fuera algo del amor, de estimación, se le conoce como la meditación del amor bondadoso o universal, usamos frases donde las cuales repetimos mentalmente en silencio pero realmente nos concentramos en nuestro cuerpo, es algo del pensamiento positivo, es repetir la frase pero realmente que nuestro cuerpo vibre la frase, hay cuatro estados de la meditación, el primero desarrollar el amor bondadoso, le sigue la etapa de la compasión, luego la simpatía del gozo y por último la ecuanimidad. Es una técnica que se usa mucho en las clases de budismo. No voy a profundizar mucho en esta, quizá en otras pláticas les explicaré más.
Hay otras dos que son las fundamentales desde el tiempo de Buda, la meditación “vipassana” y la “samatha”, son las técnicas más predominantes en las escuelas de budismo, Buda desarrolló la meditación “vipassana”, el hizo todo el método de esa práctica y la “samatha” ya existía en esos tiempos. “Vipassana” es ver hacia el interior, esta técnica nos ayuda a ver claramente todo de una manera fina en nuestro proceso mental, toda la experiencia. El “samatha” significa tranquilidad o paz mental, estar calmado, se basa en la concentración mientras que la “vipassana” se basa en la atención plena, cuando uno entra a tomar un curso de meditación siempre van a enseñar la meditación “samatha” porque son los cimientos para que la práctica de la meditación crezca, se desarrolle. Por lo regular, le decimos a las personas pongan atención en la respiración, en los sonidos, en las sensaciones de su cuerpo, les damos un objeto de concentración y eso es para comenzar a calmar un poco la mente, cuando no tenemos el hábito de la concentración nuestra mente está muy dispersa, divaga mucho, así la empezamos a calmar y de ahí cuando ya hayamos desarrollado un nivel de enfoque entra la otra parte la atención plena lo que es la meditación “vipassana”, como estamos enseñando en la tradición zen nos vamos a saltar algunos pasos de las otras escuelas más tradicionales que son la “theravaba” o las escuelas de “vipassana” donde enseñan poco a poco todo ese proceso que nosotros llevamos, que uno experimenta en una sentada, uno empieza con la tensión en el cuerpo, sensaciones para distinguir si es placentera o no o si es neutral, entonces empieza uno a clasificar, de ahí a los pensamientos, todas las formaciones mentales, todo lo que observamos cómo se relaciona con el cuerpo y al final es todo lo que estamos experimentando, cuerpo, sensaciones y objetos de la mente.
En el zen prácticamente enseñamos todo el conjunto, la última vez les estaba enseñando a las personas de Colombia con unos ejemplos respecto a la comida, a lo que llamamos la meditación “zazen”, el “samatha” y el “vipassana” van juntas, entramos con la concentración y luego abrimos con la tensión, estamos conscientes a todo lo que sucede, tenemos todo el paquete, tomando el ejemplo de la comida y usando platillos mexicanos como el mole que tiene todos los chiles, el chocolate, el cacahuate ahí va todo incluido, la “vipassana” sería como la comida japonesa todo va separado, el arroz, el sushi, algas, son platillos al fin de cuentas. Todas las meditaciones llevan a la misma meta, a lo que llamamos un despertar. Solo que aquí quiero hacer énfasis en la práctica de la concentración es muy buena, se lleva bastante tiempo practicar, requiere paciencia y tiempo, entonces quizá algunos años donde vamos a estar enfocados en nuestra respiración y tratar de estar aquí y ahora regresando pero cuando se llega a una estabilidad mental viene la otra parte la tensión plena que es donde empezamos a observar más nuestra experiencia en el cojín porque cuando hay mucha concentración hay un momento donde la mente se adormece, donde no hay claridad mental sino entra en un estado de somnolencia es placentero, es demasiada paz pero estamos como adormecidos, como zombies por decirlo así, crea un poco de adicción porque estamos con demasiada calma pero no hay luz entonces son los efectos secundarios cuando uno hace mucha concentración por eso hay la necesidad de tener un maestro o guía porque es donde exploramos las técnicas, cuando encontramos algo que no es placentero en nuestras vidas algún estrés, algún sufrimiento o alguna emoción, la solución es ponerse a meditar, ponerse a meditar es bloquear, el lado negativo de tanta concentración es la represión, entonces viene una represión de emociones, de sentir porque solo queremos tenemos paz todo el tiempo y estar relajados, por eso es importante ver el otro lado, ese relajamiento, donde debemos estar más conscientes al proceso donde esa concentración se abre. Son los efectos secundarios de la concentración , las dos prácticas van de la mano, el lado negativo de la “vipassana” es cuando no hay concentración simplemente uno está soñando despierto, es como si uno estuviera ido, la concentración hace que nos aislemos, nos enfoca en uno y cortamos con todo lo que está alrededor y la otra es demasiada abertura, no tenemos los pies en la tierra, estamos en la nube rosa toda el tiempo, no hay un enfoque claro cuando hay mucha claridad, tanta luz puede cegar, a veces está muy brillante, los dos métodos van de la mano y aquí el método de la atención plena cuando nosotros nos sentamos estamos trabajando esa quietud mental, de recolectar nuestra mente, nuestra energía después de todo el día, una vez dejando nuestra formalidad de la práctica de los veinte minutos y regresamos a nuestra vida cotidiana, ahí es cuando viene el ejercicio de mantenerse atentos a lo que estamos haciendo, es donde desarrollamos ese ver hacia el interior, lo que va hacer al estar consciente vamos a ver como respondemos a eventos en nuestra vida, sobre todo eventos que nos hacen sufrir, son malos hábitos que tenemos que seguimos repitiendo porque no hay una formación de la concentración ni de la tensión, simplemente lo hacemos porque es nuestro condicionamiento, uno cuando ya está sentado y vemos todo el proceso, hay un sentido de purificación, de higiene mental, nos salimos del cojín y empezamos a hacer nuestra vida diaria, va haber un sentido de más calma y esa calma nos va hacer ver en lo que nos enganchamos, hábitos que nos lleven a sufrir y es ahí cuando empezamos a cambiar nuestra conducta, esto sucede espontáneamente porque empezamos a aprender cómo nos sentimos de una manera más calmada, más contenta, usaré el término budista, nuestra naturaleza búdica empieza a actuar, empezamos a vivir desde el corazón, entonces esto son las cuestiones fundamentales del budismo porque hay diferentes tipos de budismo, filosofía, de escuelas y técnicas, entonces de aquí en adelante voy a enseñar la tradición zen porque es completamente diferente, puede causar confusión por ejemplo cuando uno lee un libro, ver de donde es el escritor, que filosofía o en que escuela hizo su entrenamiento porque lo que lleva el zen es una escuela donde hacemos énfasis en la meditación pero sobre todo en la sabiduría, realmente tener una menta clara y cortar el sufrimiento de raíz y a su vez las enseñanzas del zen están señalando a un mundo no dualista o sea vivimos en uno pero el zen enseña a abarcar los opuestos, los cuales pueden vivir en nuestra experiencia, entender que la vida es dualista. Para concluir, otro elemento importante es la compasión, las dos alas del budismo son la compasión y la sabiduría, de eso se trata el despertar y ayudar a otros seres, empezando con uno mismo, es la meta por decirlo así. El zen hace mucho énfasis en nuestra vida cotidiana, está en el aquí y el ahora.